A mediados de Junio, y al borde del invierno esta pequeña tórtola parece no darse cuenta que la época de anidar ha terminado. Ya el Otoño ha despojado por completo de sus hojas a este gran nogal. Sin embargo, a ella parece no importarle. Ya no habrá follaje para protejer su nido del viento, el frio y la lluvia que ya se ciernen sobre el cielo.
¿ Que explicación puede tener ? Cada día la observo detenidamente y esta tortolita solo me mira con sus pequeños y negros ojos, como si nada le importara. Cada amanecer me acerco a ver si ha desistido, después de una noche fria y húmeda. Pero sigue allí, inamovible. Cerca de ella, en una rama mas alta, está su pareja, que fiel a su unión eterna, la acompaña silenciosamente en esta aventura de supervivencia.
Una vez más la Naturaleza nos sorprende con estas inesperadas situaciones, que solo ella sabe resolver.
Esperaremos...
1 comentario:
Hola Leo, me permito compartir tu linda foto.
Saludos!
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