En estos dias se celebra con alegría y entusiasmo la Fiesta de la Vendimia. Por todos los campos (y ahora ciudades y pubs de Santiago) esta fiesta integra a los chilenos y turistas.
Este modesto campesino ,de procedencia desconocida, no resistó los efectos de los pícaros grados de alcohol. Simplemente sucumbió inapelablemente ante la influencia del dios Baco, para luego caer en las ferreas manos de Morfeo.
Quizás cuanto habrá durado su borrachera. Pero, el hombre, igual tenia derecho a celebrar la Fiesta de la Vendimia. Cualquiera fuera su condición. Total, estamos en democracia, dicen.
1 comentario:
jaja buena foto.
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